“Había una vez, un circo
que alegraba siempre el corazón.
Lleno de color,
un mundo de ilusión,
pleno de alegría y emoción…”
Imaginamos que no has podido evitar ponerle la musiquita mientras lo leías y, sin darte cuenta, internamente hasta estabas tarareando. Ahora nos gustaría que cambiaras la palabra “circo” por “trabajo” y vuélvelo a leer/tararear… ¿Ya? ¿Qué tal la sensación? A parte de que no encaja bien porque son tres sílabas en vez de dos, una vez hecho, ¿te parece creíble?, ¿te parece real?
¿Cuántos empleados tienen la suerte de estar en un trabajo que “les alegre siempre el corazón”? Que les provoque ilusión. Es decir, que les genere una expectativa positiva que estimule su impulso motivacional, junto con otros constructos relacionados como compromiso organizacional, identificación, implicación, etc. ¿Cuántos que su balanza emocional esté equilibrada hacia las emociones positivas o agradables porque éstas pesan más en el cómputo del día a día frente las negativas o desagradables? Que la alegría, que es la emoción básica positiva por excelencia, sea su acompañante más frecuente, en vez de otras emociones básicas desagradables como el miedo (ansiedad), la ira (enfado), la tristeza, etc. En definitiva, ¿cuántos tienen la suerte de poder disfrutar de una buena experiencia de empleado?
Comenzamos este post con un “Pasen y vean”, porque realmente ir a trabajar (sobre todo cuando comienzas un nuevo proyecto laboral) es como ir a un espectáculo. Uno tiene sus expectativas, con la ilusión de pasárselo bien, aprender, reflexionar, emocionarse… y el resultado puede o no ser coherente con esta anticipación, es decir, la experiencia puede o no ser positiva. Un entorno laboral es como un circo, tiene todos los protagonistas (leones, payasos, malabaristas, acróbatas, magos…), pero el circo puede ser un espectáculo maravilloso, extraordinario, entrañable y muy profesional, al que uno, siempre quiere volver; o puede ser un espectáculo penoso, grotesco, mediocre, donde sin duda, el que va, no vuelve.
Iniciamos con este post una serie dedicada a la disciplina de Employee Experience de Emo Insights, con artículos dedicados al análisis de los diferentes elementos circenses, que, sin ánimo de ofender, serán como las situaciones laborales que se pueden vivir y los distintos roles que, dependiendo de las circunstancias, podemos adoptar como empleados. Ofreceremos las claves fundamentales para generar una buena experiencia de empleado. Como quien va al circo y va descubriendo poco a poco todo el espectáculo con sus diferentes números (momentos mejores y peores con un resultado final: «me ha gustado» o «no me ha gustado»), este blog nos guiará en el recorrido a uno de los espectáculos al que, nos guste o no, más asistimos en nuestra vida: el trabajo.
Siempre pensar un positivo ¡¡¡¡ Aunque sea difícil ¡¡¡ Posiblemente sea parte incluso de la buena suerte!
Así la atraemos, o, por lo menos, lo que llamamos «buena suerte » y nos motivamos :))))
Un gran abrazo ¡¡¡¡
Muchas felicidades ¡¡ Suerte con el proiecto ¡¡¡
Un abrazo
Muchas felicidades ¡¡ Suerte con el proyecto ¡¡¡
Un abrazo