Una nueva investigación publicada recientemente en la revista Scientific Reports profundiza sobre el funcionamiento de un área del cerebro llamada surco temporal superior anterior (aSTS, por sus siglas en inglés) y el papel que desempeña a la hora de perdonar a quienes cometen errores involuntarios.
La investigación es fruto de la colaboración entre científicos de la Universidad de Trieste en Italia y el Boston College en Massachusetts, dirigidos por Giorgia Silani de la Universidad de Viena en Austria. Durante el desarrollo de la misma, pidieron a 50 participantes que completaran una tarea de juicio moral. A los voluntarios se les presentaron 36 historias únicas y cuatro resultados potenciales para cada una de ellas.
Cada escenario comprendía cuatro partes: información de antecedentes; el llamado segmento de prefiguración, en el cual se sugirió que el resultado sería neutral o perjudicial; información sobre el estado mental neutral o intencionalmente dañino del agente; y, finalmente, la consecuencia, que reveló la acción del agente y el desenlace resultante.
Los participantes leyeron cada historia y se les pidió que dieran su juicio moral respondiendo preguntas sobre «aceptabilidad» y «culpa». Mientras respondían las preguntas, se analizó la actividad cerebral de los participantes utilizando una morfometría basada en voxel, una técnica de neuroimagen que permite un examen de los cambios cerebrales y al mismo tiempo preserva un alto grado de especificidad de la región cerebral.
Los resultados revelaron una conexión entre las diferencias en la severidad del juicio moral sobre el daño no intencional y el volumen de la región cerebral ATS izquierda. A mayor volumen de materia gris en esa área, menos culpa se atribuía a los malhechores al comprender mejor la naturaleza no intencional del daño.