
Una startup española ha desarrollado una tecnología basada en inteligencia artificial permitiendo monitorizar las emociones sentidas por los usuarios cuando están interactuando con una interfaz web.
Dicha tecnología realiza un pormenorizado seguimiento ocular (a través de la webcam del sujeto) en el momento en el que la persona interactúa con el contenido digital: fotos, vídeos, web, banners, etc. y gracias a los algoritmos de inteligencia artificial traduce sus reacciones a emociones.
El neuromarketing es la vertical dentro del marketing que más está creciendo y va a crecer en los próximos años. Tiene gran relevancia para las empresas, puesto que gracias a este tipo de investigaciones pueden medir las reacciones de sus clientes y adecuar el diseño de productos a sus necesidades.
Para que estos datos puedan ser precisos, se realizan pruebas con personas y con productos aleatorios. Asimismo, se usa tecnología de última generación para captar esas sensaciones y arrojar las informaciones posteriores.
Estos datos, una vez extraídos y analizados por expertos del mercado, tienen un gran valor, dado que permiten que las entidades puedan ahorrar en costes al tener una mayor certeza de lo que buscan los clientes. Con todo, la medición emocional es una herramienta clave para el diseño de los productos, así como para las posteriores labores de distribución y venta.