El nuevo anuncio del Sorteo de Navidad está siendo todo un éxito gracias a la influencia de estrategias del neuromarketing, economía conductual, psicología cognitiva y social. El marketing emocional, a modo de Cupido, nos lanza flechas dirigidas al epicentro de nuestras fibras más sensibles. Este tipo de campañas no intentan convencer al consumidor mediante argumentos racionales: reducen las reticencias de los clientes sobre el precio y colocan a la marca en una posición predominante.
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